Una Escuela Sustentable
- Adonai García
- 24 abr 2016
- 4 Min. de lectura

Así se llama el proyecto que se llevó a cabo en la comunidad de Jaureguiberry, Uruguay. La primera escuela pública sustentable de Latinoamérica. Un proyecto sin dudas innovador y beneficioso en todos los sentidos. Según su página web solo necesitaron USD$ 7,000, equivalentes a RD$ 323,699.97, para completar el proyecto, pero que si obtienen más, pues podrán ampliar y desarrollar nuevos planes en la comunidad y proyectar la replicación del proyecto. El mismo está liderado por el Arquitecto Michael Reynolds, creador de Earthship Biotecture y trabajarán en conjunto con TAGMA, una organización uruguaya sin fines de lucro.
En solo 270 metros cuadrados, la escuela albergará a 100 niños cada año que se educarán y crecerán en un entorno totalmente limpio y respetuoso con el medio ambiente. La construcción duró alrededor de 7 semanas con más de 200 colaboradores uruguayos y del mundo, quienes no solo tuvieron la participación en esta importante obra, sino que también aprendieron el método constructivo de Earthship, de manera que no sea la única ni la última en construirse. El proyecto cuenta con aliados entre los que destacan la facultad de arquitectura de la Universidad de la República, el Centro de Comerciantes de Neumáticos (CECONEU), Knorr, Scott, Brompyros S.A., Macromercado, etc.

Los materiales de construcción utilizados son en un 60% materiales de desecho como neumáticos, latas, botellas de plástico, vidrio, cartón, etc. Y el 40% restante madera y cemento. La energía eléctrica se generará a través de paneles fotovoltáicos y el agua será utilizada cuatro veces antes de ser desechada. El techo recolectará la lluvia, la cual será trasladada a tanques con capacidad de 30 mil litros. Pasará por un filtro y luego será utilizada para lavarse las manos, luego para regar el invernadero, luego para el inodoro y tras pasar por dos cámaras sépticas, el agua terminará en un humedal artificial. Por cómo está construido, se logra mantener la temperatura entre los 18 y 25 grados centígrados durante todo el año sin necesidad de calefacción o refrigeración. (El Observador)
Una escuela sustentable en República Dominicana
Sin lugar a dudas uno de los hechos más innovadores de los últimos años en toda Latinoamérica. La pregunta es, ¿República Dominicana tiene potencial para una escuela de ese calibre? La respuesta ni hay que pensarla, es bastante obvia. Una escuela en República Dominicana se hace bajo un presupuesto de RD$ 58,252,127.10 en promedio (Monto de Presupuestos Planteles Nuevos 3er Sorteo MOPC), con lo que se pueden construir alrededor de 180 escuelas sustentables. Como futuro profesional de la ingeniería entiendo que las condiciones son muy distintas. Tienen mejor capacidad de respuesta ante sismos, mejor estructura, más espacio, pero al final, o no se llegan a construir o se mata el que ganó la contratación porque no había dinero para mejorar las condiciones de suelo que había en el lugar. Es sin duda una falta grave en materia de gerencia y una falta de respeto hacia los dominicanos.

Lo que vemos en las redes cada día más nos demuestra que aún nos siguen cambiandos espejitos por oro. No existe plan de alfabetización alguno. Leer y escribir ya no son suficientes para que una persona se considere alfabetizada. La tecnología es el leer y escribir del siglo XXI, y si no le aseguramos a esas personas que harán algo con eso que aprendieron, ¿De qué diablos nos sirve “alfabetizarlos”? ¿O solo es una manera de que aprendan a leer las boletas presidenciales?
A quienes debemos alfabetizar es a los maestros de niveles primarios y secundarios que, aunque no todos, la gran mayoría no saben expresarse ni mucho menos utilizar la tecnología para el buen desarrollo de sus alumnos y el de ellos mismos.
Estudié en el Liceo Estados Unidos de América y, aunque me tocaron muy buenos profesores, entendí que el problema tampoco estaba en ellos, sino en el sistema en sí. En mi último año en el mencionado liceo, instalaron unas pantallas planas que nunca se usaron y mucho menos capacitaron a los maestros para implementarlas en sus programas de estudio. Al final los únicos que disfrutaron de los equipos fueron unos mal paridos que amordazaron al vigilante del plantel, destrozaron la puerta de la dirección y se llevaron todos los televisores. Sólo queda decir que mi último año fue 2011 y para ese entonces ya se hablaba de campañas presidenciales. ¿Entienden a qué punto los quiero llevar?

La República Dominicana cuenta con alrededor de 17,200 escuelas semioficiales a nivel nacional, entre públicas y privadas, según datos del MINERD, pero el problema no es la cantidad, sino la calidad de las mismas. ¿Vale la pena aportar un 60% de las inversiones dominicanas para construir escuelas muy lindas, pero con un sistema desastroso?
La gente necesita ser educada, no albergada en un centro de estudio. Es por ello que creo firmemente que ya basta de construir escuelas de altos costos. Integrémonos a la campaña de escuelas sustentables si lo que queremos es construir, al menos estaremos educando en materia de medio ambiente a todo el que se involucra en la construcción de la misma (obreros, maestros, estudiantes, voluntarios, turistas, etc.). Eso no resolverá el problema, pero sin duda nos dará ventajas en el ámbito económico para invertir en capacitación de maestros, en nuestras bibliotecas, en tecnología, en todo lo que queramos al mismo precio y, tal vez mucho menos, de lo que hoy día necesitamos para construir una escuela con las mismas capacidades estructurales y de lugar, en dado caso de que las propias del proyecto no sean lo suficiente.
Los voluntarios sobrarán si deciden incluir a las universidades en proyectos parecidos. Solo falta que haya interés y se acabe el "macuteo" en nuestras instituciones, que es lo que nos tiene varados en un mundo en donde todos los países se plantan un lugar en las listas más prestigiosas y nosotros seguimos aún preocupados en como pagaremos el próximo metro.
En lo personal, les prometo que lucharé tanto como pueda para que proyectos de este tipo tomen lugar en la agenda nacional y sé que mi equipo así lo asumirá. Esperamos y te haya gustado el artículo, recuerda comentar y hacernos llegar tus dudas, sugerencias e ideas que puedas aportar con relación a este tema y muchos otros de interés.
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